¿Has escuchado la relación que hay entre el tipo de higiene que llevas con tu salud mental? Esas frases como: “si así tienes tu cuarto, no me imagino cómo tienes la cabeza”. Se derivan de la psicología detrás de la limpieza. En este post, nos encargaremos de explicarte de qué trata y por qué es tan importante para tú bienestar físico y mental. ¡Empecemos!
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Se ha podido comprobar a través de estudios científicos y aprobaciones de expertos en psicología que: la disciplina del orden y la limpieza tienden a mejorar considerablemente la salud de las personas, sobre todo en la parte emocional.
Y es que, el humor puede verse afectado por factores de espacio e higiene. Si entramos a una casa limpia y ordenada, nos sentimos más cómodos y alegres. Mientras que, en sitios donde impera el desorden, malos olores y acumulación de objetos dispersos genera estrés y desagrado.
Por lo tanto, la psicología detrás de la limpieza procede a distinguir las sensaciones de paz o caos. Según la higiene que tienen las personas dentro del hogar y otros espacios. Ahora, ¿cuáles son los efectos positivos de mantener la limpieza en nuestro hogar? A continuación, te puntualizamos los aspectos más relevantes de la psicología detrás de la limpieza que debes saber:
Tasio Rivallo, un psicólogo y pedagogo con especialización en terapia cognitiva-conductual, ha explicado cómo la limpieza y el orden pueden influir en la salud mental de las personas. En uno de sus testimonios dijo: “El ser humano tiende a buscar el equilibrio, tanto interno (que se denomina ‘homeóstasis’) como externo, que tiene que ver con el entorno… Todo obedece a un orden, incluso la naturaleza. Y como animales, estamos programados para ese orden”.
Por otro lado, existen otros expertos que aplican métodos que ayudan a las personas. Precisamente, para hallar dicho equilibrio, a través de la limpieza del hogar. Un ejemplo de ellos es el KonMari, basado en una tradición japonesa Oosouji (“La gran limpieza”), el cual consiste en limpiar el hogar a profundidad cada 28 de diciembre.
El propósito de este método, es que la persona se deshaga de las cosas que ya no le sirven. De este modo, está liberando la carga de energías en el ambiente, permitiendo recibir un año nuevo con la sensación de bienestar, limpieza y estimulación mental positiva. En pocas palabras, se encuentra un balance perfecto entre lo que sentimos y lo que vivimos.
Al limpiar, tu cuerpo quema calorías y una serie de endorfinas que logran estimular al cerebro para hacernos sentir bien. El trabajo que haces durante la limpieza como organizar, botar lo que no necesitas, acomodar muebles, doblar la ropa, etc, ocasiona una distracción justa y necesaria para enfocarte y mantenerte activo. Lo cual, es un efecto bastante positivo, para la salud mental.
Por otro lado, cuando te tomas el tiempo de limpiar tu casa, suele ser un momento privado y agradable porque estás liberando el estrés que te ocasiona el día a día. Esto incluye reducir la interacción con la pantalla de tu ordenador, móvil o televisión. Que, por muy ente de distracción que sean para “aliviar” el estrés, suelen ser perjudiciales si los utilizas siempre.
Una vez más, reiteramos la efectividad de limpiar nuestra casa con el desempeño de nuestro cerebro para realizar otras tareas. Cuando se mantiene el orden dentro del hogar, hay más posibilidades de éxito en el resto de las actividades. Por ejemplo: te ahorras tiempo para poder llegar temprano al trabajo. Te sientes más cómodo en tu casa, porque todo está ordenado y no tienes que llegar limpiando. ¡Incluso puedes ahorrar dinero!
Al tener el hábito de limpiar tu casa, tu oficina u otros espacios que utilizas también estás liberando tu mente de pensamientos y emociones que te abruman, pudiendo sentir paz y tranquilidad después de esto. Y, como consecuencia, podrás organizarte mejor y pensar con claridad para efectuar otras tareas.
Todos estamos en búsqueda de la felicidad, por cualquier motivo. Y, aunque resulte todo un reto, no es imposible. Sin embargo, son los pequeños detalles lo que hacen la diferencia, sobre todo si trabajas cada día para que tu felicidad se mantenga.
Los expertos dicen que una persona tiende a ser más alegre cuando convive en un entorno limpio y organizado. De hecho, se ha demostrado que las persona que logran llevar una vida más ordenada, son más efectivas. Es decir, pueden lograr hacer muchas cosas a tiempo y eficazmente. Por ejemplo: pueden tener tiempo para su trabajo, vida familiar y personal.
Para lograr esto, existen hábitos para mantener la casa limpia, logrando funcionar perfectamente con los principios de la psicología detrás de la limpieza. Si aún no sabes cuáles son, puedes echarle un vistazo al contenido que hemos escrito sobre el tema.
Por lo general, nos pasamos la vida recolectando objetos por muy pequeños o grandes que sean. Algunos son necesarios porque nos sirven como herramientas para hacer tareas del día a día. Pero otros, simplemente están ahí porque sí. Convirtiéndose en souvenirs o siendo parte de recuerdos que nos ocasionan cierta nostalgia.
Hay personas que logran desprenderse de estos objetos fácilmente, porque entienden que necesitan deshacerse de lo que no utilizan. Y, además, lograr un sistema de orden que les permite conservar uno que otro objeto significativo; pero, hay otras que tienen problemas para liberarse de estos objetos, poniendo excusas para no hacerlo. Lo cual, representan síntomas de una inestabilidad emocional, así como de higiene en general.
Que logres mantener la mayoría de los espacios de tu hogar limpio, está bien. No obstante, si al entrar en tu cuarto descubres que todo está desordenado y ya lleva tiempo así, estás teniendo problemas. Y puede que hayas hecho la limpieza en tu dormitorio, como en el resto de la casa. Pero, sigue habiendo demasiadas cosas que estorban en ese espacio.
La solución es simple: Cuando te percatas que tienes demasiado desorden y no has podido organizarlo, debes deshacerte de lo que no utilizas. Empieza por donar ropa vieja, botar papeles y objetos que llevan mucho tiempo sin uso y no aportan nada de utilidad. Encuentra un espacio y guarda en cajas las cosas más importantes como fotos, libros, documentación, etc.
Para los papeles que ocupan mucho espacio, pero consideramos que aún tienen vigencia y pueden servirte de algo. Te recomendamos tomarle fotos y guardarlas en tu ordenador. De esta manera, te liberas del peso y acumulación de documentos que ocupan espacio en tu habitación.
A veces, sentimos que el reloj marca tan rápido las horas que no nos da la oportunidad de descansar. Y si lo hacemos, la rutina se reanuda y todo el caos comienza de nuevo. Es por eso que muchas personas terminan posponiendo la limpieza para cuando se sientan con más energía. No obstante, el problema es que nunca parece hacer buen tiempo.
Ya sea que estés estudiando, trabajando o queriendo aprovechar el tiempo libre que tienes con amigos y familiares, se torna difícil conseguir los ánimos y la voluntad de invertir tu tiempo en organizar tu hogar. Y es que, ¿cómo se supone que tengas tiempo para todo? Pues, la psicología detrás de la limpieza, intenta promover un mejor uso de este tiempo. Una vez más, si logras conseguir mantener limpio tu espacio, tu mente funcionará mejor.
Puedes realizar la limpieza de tu ducha durante el tiempo que tomas en asearte. Una vez que termines, seca las puertas y áreas que consideres pertinentes. Y si consideras muy tedioso hacerlo todos los días, puedes hacerlo cada cierto tiempo. En periodos cortos, pero cómodos. Lo importante es que puedas hacerlo parte de tus hábitos.
Pero el equilibrio que tanto se busca, no se obtiene de la noche a la mañana. Debes ser paciente y constante. Si no te agrada la idea de ocupar todo el día limpiando. Intenta dedicarle al menos 30 minutos al día o menos. Comienza con lo más pesado hasta acabar con lo más simple. De esta forma, te sentirás motivado porque no solo te estás ocupando de la limpieza. También mantienes tus actividades regulares en marcha.
Dentro de los síntomas más recurrentes para saber si la psicología detrás de la limpieza está teniendo un impacto negativo. ¡Está la falta de interés! Teniendo en cuenta que, nuestro cerebro, puede ser nuestro mejor aliado o el peor enemigo que conozcamos. Y es que, con él aprendemos a seguir buenos hábitos, pero también a caer en los malos.
Desafortunadamente, recaer en las malas costumbres es tan fácil como preferir tomarse el día libre en vez de trabajar. Puede que el proceso sea rápido o pase lento. De cualquier forma, debes tener cuidado de que no sea demasiado tarde.
Por ende, evita caer en la atención de desordenar y ensuciar tu casa una vez que esté limpia. Todo comienza con dejar prendas de ropa en la sala o encima de la cama. Dejar los libros compilados fuera de la estantería, acumular comida en la nevera, ropa recién lavada, documentos, etc.
Nota
Si tienes problemas con llevar una vida organizada, puedes conseguir ayuda en libros sobre cómo mantener tu hogar limpio. Pregúntales a tus allegados qué métodos utilizan para mantener su casa limpia. Y, la solución más factible de todas: hablar con tu psicólogo. Después de todo, quién mejor para hablarte sobre la psicología detrás de la limpieza que un experto.
Aunque hemos podido mencionar al método Oosouji como uno de tantos, hay otras técnicas que puedes utilizar para mejorar los hábitos de limpieza y hacerlo de forma distinta. Recuerda: limpiar requiere de tiempo y dedicación, pero no significa que tenga que ser una tarea aburrida.
Por ejemplo: en el budismo, la limpieza se considera un ejercicio espiritual, porque las personas cultivan y purifican su mente, alma y la vida misma durante el proceso de aseo material. Volviendo al hecho de que el entorno donde vivimos, es el reflejo de nuestra mente.
Si te consideras una persona espiritual y gustas de hacer rituales, puedes practicar el decálogo de recomendaciones que Keisuke Matsumoto cita en su libro: “Manual de limpieza de un monje budista”.
Estudios han confirmado que el desorden en el hogar contribuye muchísimo a los cuadros depresivos en las personas. Incluso, se ha determinado que las mujeres que tienen sus casas sucias o con mucho desorden suelen tener niveles muy altos de cortisol, que es la hormona producida por el estrés.
Así que, empieza a tomar las medidas necesarias para comenzar a llevar tu vida en orden, empezando por limpiar los espacios de tu casa. Poco a poco, te irás sintiendo cada vez mejor. Y podrás hacer más cosas de las que pensabas.
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